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LA VERDAD SOBRE LAS VACUNAS: ¿QUE ES REALMENTE UNA VACUNA?.
- 02.05.2018

La verdad sobre las vacunas:
¿Qué es realmente una vacuna?

¿Cómo funciona una vacuna?
Una vacuna es simplemente una manera artificial y vigilada de desencadenar un proceso frecuente en la naturaleza, pero no siempre controlado. Veamos, muy superficialmente, cómo.
Los linfocitos son células linfáticas con un papel destacado en la reacción inmunitaria.
Un antígeno es todo tipo de sustancias que el organismo reconoce como extrañas, activando las reacciones inmunitarias necesarias para controlarlo o eliminarlo.
Todo linfocito recién originado en la médula ósea y liberado al organismo se conoce como linfocito virgen, hasta que entra en contacto con un antígeno presente en el cuerpo y se divide en 2 tipos celulares:
• Linfocitos activados. Actuarán directamente contra el antígeno iniciando el ciclo de producción de anticuerpos, moléculas con capacidad para interactuar con el antígeno.
• Células de memoria. Permanecen “almacenadas” en el organismo hasta futuros ataques del mismo antígeno que las creó. De esta manera, el organismo está ya inmunizado y preparado de cara futuros contactos con ese antígeno y será capaz de provocar una respuesta más eficaz, ya que las células de memoria son capaces de producir, directamente, linfocitos activados como los originales y más células de memoria.
Una vacuna sirve para poner al organismo en contacto con un nuevo antígeno, en mayor o menor medida incapacitado, evitando el proceso infeccioso. Cuando el sistema inmunitario detecta este antígeno “impedido”, se desata la diferenciación de los linfocitos quedando el organismo prevenido de cara futuros encuentros naturales con el antígeno capacitado.

¿Las vacunas son medicamentos?
No, únicamente otorgan al organismo protección contra futuras enfermedades, mientras que las medicinas sirven para tratar o solucionar enfermedades cuando ya las padece el organismo.

¿En qué se diferencian las vacunas de los antibacterianos?
Los antibacterianos solo aseguran que una vez concluida su administración, el organismo está libre de la enfermedad para la que están indicados. Pero no previenen que esta pueda volver a infectar al organismo en un futuro.
Por la contra las vacunas no curan un proceso infeccioso en curso, y en ciertos casos su administración durante uno podría resultar fatal para el individuo. Su uso se enfoca a la inmunización del organismo, para que no puedan afectarlo ciertas enfermedades.

¿En qué se diferencia una vacuna con virus vivo de una con virus inactivo?
Una “vacuna viva” contiene realmente un virus vivo, aunque atenuado de manera que ofrezca una baja patogenicidad. Al inocular este tipo de vacunas, realmente estamos infectando al individuo con un antígeno pero en un marco relativamente controlado. Este virus actuará como los demás, infectando todo tejido próximo, hasta que es interceptado por un linfocito virgen que desatará la respuesta inmunitaria.
Una “vacuna inactiva” está constituida por un virus muerto y un aglutinante aceitoso. Al inocularla no estamos infectando al organismo, aunque sí ofrecemos la presencia de un antígeno inofensivo para la creación de sus anticuerpos específicos.

Vacuna con virus vivo vs. Vacuna con virus inactivo.
Con cada dosis de “vacuna viva” estamos inoculando en el individuo un agente potencialmente infeccioso. Una manipulación incorrecta de la vacuna puede poner en riesgo la salud de las palomas.
Una “vacuna inactiva” contiene un virus muerto, por lo que la infección se vuelve nula. Pero el aditivo que aglutina la vacuna, la hace muy dolorosa y puede causar lesiones en la zona de la inoculación. Por eso suele desaconsejarse su aplicación intramuscular.

¿Cómo debe procederse durante la vacunación?
Antes de inocular, dejaremos que la temperatura de la vacuna se acerque a la del ambiente.
Es aconsejable usar una aguja para extraer líquido del frasco y otra para inyectarlo en las palomas.
Usaremos solo agujas y jeringuillas estériles, y ya que es difícil usar una aguja para cada paloma, procuraremos desechar la aguja de las inyecciones periódicamente para reducir posibles contagios.
Una pistola de vacunaciones agiliza notablemente el proceso en todos los sentidos una vez que nos acostumbramos a su uso, no hay que cambiar de jeringas o rellenarlas continuamente, no hay que preocuparse del volumen inoculado (siempre será el marcado). De todas maneras, también es aconsejable desechar las agujas con regularidad.
La inoculación será hipodérmica en la parte posterior y media del cuello, lugar de difícil acceso para las palomas, además de ser la mejor entrada posible a la vía subcutánea sin comprometer órganos vitales en el proceso. Realizaremos la inyección en dirección a la base del pescuezo.
Vigilaremos el estado de la colonia los 2 días posteriores a la vacunación.

¿Es correcta la forma de distribución actual de las vacunas?
No, si tomamos como ejemplo la forma en la que las vacunas llegan al colombófilo hoy en día.
Toda vacuna tiene indicada unas temperaturas máximas y mínimas de almacenaje y transporte. En el caso concreto de la Colombovac (PMV/POX) son entre +2 y +8º C. Si se obvian, se pone en riesgo la eficacia del producto y por tanto la de la vacunación. Si una vacuna se saca de la cadena de frío más tiempo del especificado, puede acabar por volverse inservible o incluso inestable, con el problema sanitario y económico añadido. Y esto repercute finalmente en el colombófilo y las palomas.

Un paso adelante hacia una distribución correcta.
Parece una manera correcta de conseguir vacunas, y la es, obtenerlas a través de farmacias. Disponen de procedimientos que aseguran la cadena de frío y llevan la vacuna a cualquier farmacia cercana al colombófilo. Desgraciadamente, (este año 2009 la C. de Sanidade se ha informado al respecto) este medio llega a incrementar el precio de las vacunas en más del doble. Por lo que queda totalmente descartado.
La salida que nos queda es hacer frente común y exigir una distribución segura por parte de nuestros organismos federativos. Deberíamos saber qué parámetros maneja el fabricante como óptimos fuera de la cadena de frío, tiempo máximo de resistencia sin alteración a temperatura ambiente, etc.
Una vez conocidos, asegurar que se cumplen. Reivindicar un reparto en cajas isotérmicas en el menor tiempo posible. Testigos colorimétricos dentro de esas cajas, que son baratos y dan fe de si se han obviado o no los parámetros marcados en todo el viaje de reparto.

¿Cómo podemos ayudar al organismo de las palomas frente a la vacunación?
Si antes y después de la inoculación les administramos un complejo vitamínico rico en vitamina A, podemos ayudar al organismo a la hora de producir anticuerpos. Podemos administrarla en dosis de productos comerciales, o a través de productos naturales como las zanahorias, hojas de lechuga, repollo, etc.
De la misma manera, la remolacha ha demostrado ser un potente inmunoestimulante, gracias sobre todo a su alto contenido en carotenos.
En los días posteriores a la vacunación intentaremos evitarles las situaciones de estrés, cambios de temperatura, esfuerzos prolongados, etc.

Autor:
Carlos Padín Cores (Biólogo) - http://thepigeonsite.com
Revisión:
José Pereiro Francés

Publicado en:
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